viernes, 18 de enero de 2008

A SANGRE FRÍA

Truman Capote
A sangre fría

“Novela real, crónica descriptiva, el periodismo llevado a la literatura”.

La obra comienza con la descripción del pueblo en el que se va a cometer un crimen. En 1959, en Holcomb, un pequeño pueblo de Kansas, la familia Clutter apareció muerta: habían sido atados y acribillados por personas desconocidas sin ningún móvil aparente. Esto sembró la paranoia en el lugar y atrajo a todos los medios del país. En la familia Clutter, Herb es el jerarca y exitoso propietario de la River Valley Farm, hogar de una de las familias más prósperas de Holcomb. El autor reconstruye desde el día anterior al trágico suceso, las vidas de las cuatro personas que fueron asesinadas. Ellos eran una familia de granjeros muy respetable en el pueblo: trabajadores, amables, siempre dispuestos a ayudar a todo el mundo, muy religiosos.
Detrás de A sangre fría hay una realidad cruda y sombría que Truman Capote supo transformar en literatura. En esta novela el autor nos hace testigos de cómo un terrible hecho es capaz de estremecer por completo las bases de una sociedad perfectamente cimentada y segura de sí misma. Capote supo que debía penetrar en el corazón de Holcomb y sus habitantes y así retratar la desconfianza mutua que ocurre cuando el miedo no tiene rostro y las sombras de las víctimas todavía andan por el pueblo. Este pueblo quedó conmocionado tras la noticia pues no existía móvil aparente para este terrible crimen que acabó con la vida de cuatro personas (Hurbert, Bonnie, Nancy y Kenyon Clutter).
El entramado de esta novela se desarrolla con la mezcla de opiniones de los personajes del pueblo, junto con entrevistas a los policías encargados del caso y amigos íntimos de la familia.
Paralelamente Capote va relatando la vida de los asesinos y el como van realizando esos preparativos para ir a Holcomb en busca de una caja fuerte, que ni siquiera habían comprobado que existía.
El crimen hubiera sido casi perfecto sino fuera por un preso, que había sido compañero de la penitenciaría de Dick. Este preso es el que le había contado que existía una familia de granjeros muy ricos en Kansas para los que había estado trabajando. Los asesinos eran dos: Perry Smith y Dick Hitckock, psicópatas, ex-convictos, que guiados por los exagerados rumores que Floyd Wells, (el mencionado compañero de celda de Hitckock), le había dado acerca de la riqueza de Clutter, había cometido el hecho... para escaparse con menos de 100 dólares con rumbo a México. En la novela Truman Capote traduciría esta conversación así: "No puedo recordar exactamente cómo fue que hablamos sobre el señor Clutter. Debió de ser cuando recordamos los empleos, los distintos trabajos que habíamos hecho [...] Le conté que yo había trabajado durante un año en un importante campo triguero, en el oeste de Kansas. Para el señor Clutter. Quiso saber si el señor Clutter era un hombre muy rico. Le dije que sí. [...] Y desde entonces nunca jamás dejó Dick de preguntarme cosas de aquella familia. ¿Cuántos eran? ¿Que edad tendrían los niños? ¿Cómo se llegaba a la casa exactamente? [...] Dick empezó a hablarme de matar al señor Clutter. Decía que él y Perry se irían para allá a robar y matarían a todos los testigos, a los Clutter y a quien quiera anduviera por allá. Me describió docenas de veces cómo iban a hacerlo, como él y Perry iban a atarlos y después a pegarles un tiro."
Como se puede notar, Dick se interesaba por como era la casa en detalle, la distribución de las habitaciones, si tenían caja fuerte, cometiendo el error de relatar al otro preso que cuando saliera iba ir a dar un golpe a la granja de los Clutter, llevándose con él a otro preso que había conocido, Perry, por si se daba el caso de que hubieran testigos, eliminarlos. Este preso fue la clave para que la policía pudiera seguirla pista de estos dos personajes, que ya casi con toda seguridad habían sido los autores del crimen.
Gracias la confesión de Wells, la policía los atrapó cuando, agotados de su caminar por México, ya sin dinero, habían vuelto con la intención de Hitckock de colocar algunos cheques falsos a ex-compañeros. Detenidos y condenados, esperando por la ejecución en la horca, Capote tuvo el tiempo necesario para ganarse su confianza y reconstruir su vida y su itinerario antes y después del asesinato. Smith le simpatizó de entrada, Hitckock no. Sin embargo habló con ellos hasta tener el material suficiente y los acompañó cuando tuvieron que cumplir la condena que les habían dado: Habían matado a sangre fría, y a sangre fría serían castigados. El 14 de abril de 1965 fueron colgados.

La policía siguió investigando y realizando averiguaciones con la información que ya tenían del preso, de la familia de Dick, de la hermana de Perry, y en colaboración con la policía de otros estados (ya que los asesinos habían estado viajando de un sitio a otro tras el crimen). Cuando Perry Smith y Dick Hickock realizan esta travesía de “fuga” el autor indaga en la psique de estos, revelándonos lo más frío y perturbador de la sociedad norteamericana.

Una vez que son capturados (consiguiendo esto en Las Vegas), el proceso de su juicio, encarcelamiento y ejecución, son capítulos memorables que van desenvolviendo el conjunto de anécdotas que constituye el relato del escape, hasta convertirlas en motivos tangibles de asesinato.
Hay que mencionar que el autor viajó hasta el lugar de los hechos y empezó a investigar por su cuenta. Se interesó tanto que se pasó cinco años entrevistando a los lugareños, a los policías que llevaban el caso y a los dos asesinos que, después de ser detenidos y juzgados, esperaban en el corredor de la muerte a ser ajusticiados. Cuando fueron ahorcados, asistió a la ejecución.
Los dos asesinos habían confesado su delito, contando paso a paso como lo habían planeado todo, donde habían escondido algunas pruebas, y como lo habían llevado a cabo: cuando llegaron a la casa, como no habían encontrado la caja fuerte y como después habían ido atando a cada víctima en una habitación y les habían dado un tiro en la cabeza.

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