EL BÚFALO DE LA NOCHE
Esta historia se desarrolló en la Ciudad de México, teniendo como protagonista a Manuel, cuyo mejor amigo llamado Gregorio se suicidó. Después de esta muerte, Manuel comenzó con una vida llena de preguntas, culpas e inseguridades casi llegando a la locura.
Gregorio sufrió una enfermedad mental por lo que estuvo internado en varias ocasiones, situación aprovechada por Manuel y la novia de Gregorio (Tania) para formar un triángulo amoroso.
Cuando ocurrió el suicidio, Manuel comenzó a ser acosado por la sombra de la enfermedad mental de su amigo. Aunado a esto, la caja misteriosa que dejó Gregorio, los mensajes enviados por el ser sospechoso que terminó siendo un enfermo mental y los celos enfermizos para con Tania, alimentan la historia.
El búfalo de la noche, el vacío, la muerte, respira muy cerca de la cabeza de Manuel, tal como pasaba con Gregorio, y en ese trance se define el destino de su vida. Tal vez esta situación deje ver la vida del protagonista como la del joven desvelado que le cuesta mucho trabajo descansar, el joven que ha tenido varias parejas sexuales y aunque su amor sea Tania recuerde y le falten los apapachos de amores pasados como Rebeca y Margarita. Pero no sólo eso, el amor inmenso que describe por Tania es el que deja reflejar también sus celos y el miedo a perderla, aunque llega el momento en el que ella declara el miedo que le tiene a él, igual al que le tuvo al difunto Gregorio.
Su vida en familia también es señalada en la historia, desde los sándwiches que le preparaba su madre, hasta las actitudes de su padre, pero sobre todo la soledad que experimenta en su casa. Sus amigos vagos, sus recuerdos estudiantiles, su vida de universitario y las vivencias que tuvo junto a Gregorio llenan la historia datos que la complementan.
El espacio que compartió con su mejor amigo, desde que este era “normal”, la angustia al ver como lo iba perdiendo, sus actitudes extrañas con las tijerillas, el maltrato con su cuerpo, el hecho de querer asesinar para saber lo que se siente, hicieron de Manuel un muchacho con incertidumbre de lo que sucedía, pero no sólo eso, el verlo en la morgue con la cabeza perforada y con su búfalo tatuado en el brazo significó ver también la lealtad que de un modo rompía con el significado de dicho tatuaje.
Guillermo Arriaga escribió esta obra a modo de guión cinematográfico, alimentado de personajes urbanos, los cuales reflejan a una juventud que tiene sentimientos encontrados, dudas, celos, pero también tristeza y soledad. El modo en el que describe y va entrelazando la historia, lo cíclico, las explicaciones que hacen entender a fondo las situaciones y el lenguaje utilizado me agradaron. Pero creo que la explicación dada por Manuel de lo que pasa con cada uno de los personajes corta de tajo la historia, como cortando con el suspenso que te lleva a lo largo del libro. Sería interesante ver la película de este libro, en la qué, ojalá se capte la intriga que se maneja en éste.
Esta historia se desarrolló en la Ciudad de México, teniendo como protagonista a Manuel, cuyo mejor amigo llamado Gregorio se suicidó. Después de esta muerte, Manuel comenzó con una vida llena de preguntas, culpas e inseguridades casi llegando a la locura.
Gregorio sufrió una enfermedad mental por lo que estuvo internado en varias ocasiones, situación aprovechada por Manuel y la novia de Gregorio (Tania) para formar un triángulo amoroso.
Cuando ocurrió el suicidio, Manuel comenzó a ser acosado por la sombra de la enfermedad mental de su amigo. Aunado a esto, la caja misteriosa que dejó Gregorio, los mensajes enviados por el ser sospechoso que terminó siendo un enfermo mental y los celos enfermizos para con Tania, alimentan la historia.
El búfalo de la noche, el vacío, la muerte, respira muy cerca de la cabeza de Manuel, tal como pasaba con Gregorio, y en ese trance se define el destino de su vida. Tal vez esta situación deje ver la vida del protagonista como la del joven desvelado que le cuesta mucho trabajo descansar, el joven que ha tenido varias parejas sexuales y aunque su amor sea Tania recuerde y le falten los apapachos de amores pasados como Rebeca y Margarita. Pero no sólo eso, el amor inmenso que describe por Tania es el que deja reflejar también sus celos y el miedo a perderla, aunque llega el momento en el que ella declara el miedo que le tiene a él, igual al que le tuvo al difunto Gregorio.
Su vida en familia también es señalada en la historia, desde los sándwiches que le preparaba su madre, hasta las actitudes de su padre, pero sobre todo la soledad que experimenta en su casa. Sus amigos vagos, sus recuerdos estudiantiles, su vida de universitario y las vivencias que tuvo junto a Gregorio llenan la historia datos que la complementan.
El espacio que compartió con su mejor amigo, desde que este era “normal”, la angustia al ver como lo iba perdiendo, sus actitudes extrañas con las tijerillas, el maltrato con su cuerpo, el hecho de querer asesinar para saber lo que se siente, hicieron de Manuel un muchacho con incertidumbre de lo que sucedía, pero no sólo eso, el verlo en la morgue con la cabeza perforada y con su búfalo tatuado en el brazo significó ver también la lealtad que de un modo rompía con el significado de dicho tatuaje.
Guillermo Arriaga escribió esta obra a modo de guión cinematográfico, alimentado de personajes urbanos, los cuales reflejan a una juventud que tiene sentimientos encontrados, dudas, celos, pero también tristeza y soledad. El modo en el que describe y va entrelazando la historia, lo cíclico, las explicaciones que hacen entender a fondo las situaciones y el lenguaje utilizado me agradaron. Pero creo que la explicación dada por Manuel de lo que pasa con cada uno de los personajes corta de tajo la historia, como cortando con el suspenso que te lleva a lo largo del libro. Sería interesante ver la película de este libro, en la qué, ojalá se capte la intriga que se maneja en éste.
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